lunes, 25 de junio de 2012

Morales acusa a la derecha y a los policías amotinados de gestar un golpe de Estado


actualizado | por EFE, EFE


La Paz, 24 jun (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a opositores de derecha y a policías de rangos bajos de gestar un golpe de Estado a instancias de un conflicto por mejoras salariales para los agentes, que se mantienen amotinados tras rechazar un acuerdo que sus representantes firmaron con el Gobierno.





Morales acusa a la derecha y a los policías amotinados de gestar un golpe de Estado
La Paz, 24 jun (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a opositores de derecha y a policías de rangos bajos de gestar un golpe de Estado a instancias de un conflicto por mejoras salariales para los agentes, que se mantienen amotinados tras rechazar un acuerdo que sus representantes firmaron con el Gobierno.
Morales leyó hoy en un acto con mineros en el altiplano de La Paz la transcripción de supuestas comunicaciones que mantuvieron los policías movilizados para organizarse para asesinar al ministro de Gobierno, Carlos Romero, dar un golpe de Estado y enfrentarse a las Fuerzas Armadas.
"Seguramente esa gente que privatizó (empresas del Estado en el pasado) usa a algunos hermanos policías para preparar un golpe de Estado, para hacer matar al ministro de Gobierno y para enfrentar a las Fuerzas Armadas con bombas molotov", sostuvo el gobernante.
"Esa derecha se infiltra, usan a algunos policías (...) por eso convocamos a nuestros hermanos policías, mucha responsabilidad con su pueblo, que den seguridad porque la policía se ha creado para dar seguridad y no para dar inseguridad usada por la derecha", agregó.
El gobernante y sus ministros hicieron estas denuncias insistentemente en las últimas horas, luego de que los agentes en ocho de las nueve regiones bolivianas rechazaran un convenio que sus dirigentes firmaron hoy con las autoridades para dar fin a los motines iniciados el jueves para lograr una mejora salarial.
Pero los policías y dirigentes de la oposición rechazaron por separado las acusaciones de Morales, que son recurrentes cuando el Gobierno está acosado por los conflictos sociales.
El acuerdo firmado esta madrugada establece un aumento de unos 32 dólares a un subsidio de 57 que reciben mensualmente los policías para tareas de seguridad ciudadana, además de la entrega de alimentos dos veces al año y no una, como ocurre ahora.
Sin embargo, los agentes insisten en que sus salarios deben igualarse a los de las Fuerzas Armadas, pues mientras un policía de rango bajo gana 178 dólares al mes, un militar de igual nivel recibe el doble.
En La Paz, los policías quemaron el documento, desconocieron a sus dirigentes y salieron a marchar por la plaza Murillo, donde están el Palacio de Gobierno y el Parlamento.
El jefe de Tránsito de La Paz, coronel Carlos Gutiérrez, se acercó hoy a uno de los regimientos donde los agentes están amotinados para expresarles su "apoyo" y para "orientarlos porque hay algunos infiltrados que están haciendo ver mal a este movimiento que es completamente reivindicatorio".
"Les pido ese respeto y esa disciplina, nunca debemos perder eso. No estamos buscando golpes, ustedes están exigiendo un sueldo digno de un policía", dijo Gutiérrez y llamó a los agentes a "mantener la calma" cuando salgan a marchar.
Lamentó que hoy se tenga que recordar el 186 aniversario de la Policía en medio del conflicto "por un justo salario".
En las regiones de Oruro, Potosí, Pando, Beni, Chuquisaca, Tarija y Cochabamba, los agentes también rechazaron el acuerdo, mientras que en Santa Cruz, el sector está dividido.
Desde que los policías se amotinaron el jueves, las calles quedaron sin protección ni control de tráfico, pero no se han registrado disturbios ni conflictos en ninguna ciudad.
El único incidente fuerte ocurrió el viernes en La Paz, cuando centenares de agentes saquearon el edificio donde funcionan la Inteligencia y el Tribunal Disciplinario de la Policía, además de Interpol, y quemaron sus archivos.
Morales criticó a los opositores por no condenar esos hechos, lo que, según dijo, le lleva a pensar que "esa gente está usando a algunos hermanos policías" para causar disturbios.
Aseguró que las Fuerzas Armadas no saldrán a enfrentar a los policías como pretenden, a su juicio, los opositores para que haya muertos y convulsión.
"Ya nos han informado desde el Parlamento (...) la derecha está buscando muertos. Hermanos dirigentes, compañeros obreros no nos vamos a prestar al juego de la derecha para que haya muertos", dijo.
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, insistió en que existe un plan para prolongar el conflicto y hacerlo coincidir con la llegada a La Paz esta semana de los indígenas amazónicos que defienden la reserva natural Tipnis para desestabilizar al Gobierno.
El Movimiento sin Miedo, aliado de Morales hasta 2010, rechazó las acusaciones de Morales y consideró que "es parte de una estrategia que utiliza el Gobierno cada que tiene problemas", declaró a Efe uno de sus dirigentes, Edwin Herrera.
Entretanto, las organizaciones de campesinos y productores de hoja de coca leales a Morales se declararon en emergencia para defender al Gobierno.
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