miércoles, 29 de junio de 2011



Difundirlo es sembrar Memoria

Editorial………Martha Passeggi.

El 27 de junio de 1973, se cumplieron 38 años del golpe de estado: cívico-militar instaurado en el país, desde la década del 70 hasta 1985.

Cabe pensar que los hechos simbólicos aún pueden “dar paño” para intentar en algo restañar la actitud incomprensible por parte del gobierno sobre el tema: derechos humanos.

Hagamos un repaso:

Al mediodía, del día lunes 27, la agrupación Hijos (de detenidos desaparecidos), se trasladó hasta la Torre Ejecutiva donde cesionaria el gabinete para entregar un petitorio a la presidencia; solicitando la revocación de anteriores resoluciones administrativas sobre la totalidad de las causas por los delitos comprendidos, bajo el terrorismo de estado.

Vale señalar que el gobierno se anticipó una hora antes de ser entregado el petitorio de la agrupación Hijos, para comunicar que se firmaría un decreto anulando los actos administrativos sobre 88 casos de violaciones a los derechos humanos que se podrían reabrir.

A su vez desde el Poder Ejecutivo nos anunció que: ha dejado sin efecto 88 casos de muertes y desapariciones que fueran archivados en anteriores administraciones.

A su vez también anticipó que permitirá el acceso de los investigadores de la comisión de seguimiento a los archivos del Ministerio de Defensa.

Nido de información que guarda los secretos más comprometidos de ese período, y que hasta ahora no se ha podio acceder manteniendo su impunidad.

ü ………Intentando comprender doy esta serie de preguntas y respuestas que casi todos nos hacemos en voz baja.

(Aclarando que no existe la verdad absoluta, acá van….)

Punto de partida:

¿Por qué la sociedad uruguaya fue obligada a convivir con la impunidad mediante una ley; en los gobiernos democráticos?

Los primeros militares citados para responder a las acusaciones presentadas en los juzgados, debían comparecer el 22 de diciembre de 1986.

Hugo Medina, Ministro de Defensa del presidente Sanguinetti informaba que había decidido guardar en una caja fuerte personal las citaciones judiciales y que no irían a declarar a los juzgados normales por sus crímenes, amenazando a la población con que la dictadura volvería si se los obligaba a ir.

Es así que, con esa excusa, de " salvar las instituciones", El 17 de diciembre el Partido Colorado presentaba un proyecto de Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado.

En ese proyecto establecía la clausura de los procesos en curso y cerraba el ejercicio de la pretensión punitiva del estado en contra de los militares y policías acusados de haber cometido actos delictivos, antes del 1 de marzo de 1985.

Hasta la noche del 20 de diciembre fueron intensas las negociaciones entre los partidos tradicionales.

El domingo 21 el Senado aprobaba la iniciativa por 22 votos sobre 31.

Así quedó incrustada en la sociedad: la impunidad.

ü En el Presente:

¿QUÉ SIGNIFICA REVOCAR LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS SOBRE LOS ASESINATOS Y DESAPARICIONES EN EL PERÍODO DE TERRORISMO DE ESTADO?

Significa simplemente que el mismo órgano,( poder ejecutivo) revoca, es decir: vuelve para atrás en algo que considera un “error”.

¿CUALES SON LOS ALCANCES EN LA PRACTICA, A SOLO 5 MESES DE QUE PRESCRIBA EL PLAZO SOBRE LOS DELITOS?

Es algo confuso, pues aun no tenemos claro como será el procedimiento a seguir. Es claro que queda abierta la vía para investigar, las preguntas que surgen son ¿quienes lo harán? ¿Serán de oficio tomadas? ¿Contrataran abogados? ¿Cada familiar debe ocuparse?......... no lo sabemos aun.

Lo que si tenemos claro es que el hecho de que sean revocados los actos, no elimina el posible problema de la prescripción, pero hasta ahora no hay opiniones claras sobre ese punto.

¿CUALES SERÍAN ESOS CASOS? ¿A PARTIR DE QUÉ AÑO?

No tenemos conocimientos de cuales son los casos. Ni tampoco si estos incluyen a personas individualmente o si se trata por ejemplo de " operación Morgan".... (caso que involucra un centenar de testimonios y pruebas)- no tenemos mayores noticias al respecto.

¿EN QUÉ SE COMPROMETE EL ESTADO CON ESTE ACTO REVOCATORIO?

En reconocer un " error" o mala intención de poderes ejecutivos anteriores....hasta el momento no tenemos conocimiento de que el actual poder ejecutivo tome una medida para la efectiva investigación de los casos. Solo procede (por lo que sabemos) a revocar el acto y dejar vía libre.

¿La ley de caducidad sigue vigente a pesar de esto?

La ley sigue vigente, el poder ejecutivo lo que hace es darle cumplimiento a esa ley..........

Para que la ley quede sin efecto, hay otros caminos, o que el parlamento la anule o que la Suprema Corte de Justicia la declare inconstitucional caso a caso.

La ley sigue en pie y en total funcionamiento

¿Qué son los crímenes "de lesa humanidad"?


El Estatuto de la Corte Penal Internacional los define como los que se cometen como ataque generalizado o sistemático contra una población civil, y menciona, entre otros: asesinato, encarcelamiento u otra privación grave de la libertad física, tortura, violación y desaparición forzada de personas.

Todos los militares y civiles que están en la cárcel de Domingo Arena, están por homicidio muy especialmente agravado por tanto prescriben el 1 de noviembre.

¿Y sobre la prescripción del 1 de noviembre?

Desde lo jurídico hasta ahora (salvo que haya alguna novedad diferente), los delitos cometidos por militares en la dictadura prescribirán el 1° de noviembre. Desde entonces, ya no podría haber más procesamientos. e incluso podrían llegar a archivarse las causas ya abiertas si aun no hay procesamientos, según una teoría.

El 1º de noviembre esta a la vuelta de la esquina…

Por Verdad y Justicia a redoblar!!!

martes, 28 de junio de 2011

Difundirlo es sembrar Memoria.

Difundirlo es sembrar Memoria. A 38 años del Golpe de Estado en Uruguay, se realizó hoy el homenaje: Una flor para Ramón Peré. Flores depositadas en la escalinata de la Universidad, bajo la pancarta con la foto de Ramón. Primer asesinado al igual que Walter Medina, víctimas de la represión desatada bajo el terrorismo de Estado. -Pasadas las 6 de la mañana de aquel día fatídico se declaró la huelga general. Todos los centros fabriles, universidad, centros de estudio, entes autónomos entre otros, dieron comienzo a la ocupación. 15 días de huelga general que marcaron un mojón en la historia de nuestro pueblo. “Organización, conciencia y disciplina” era el llamado de los volantes que se imprimían, a puro corazón picados en matrices, marcando un entramado de lucha colectiva. El 9 de julio se concentró buena parte del pueblo en la avenida principal de Montevideo, a las 5 de la tarde. Llamado realizado por el locutor Rubén Castillo; citando un poema de García Lorca, para evitar el cerco de la represión desatada. La resistencia al golpe fue una medida llevada adelante por obreros, trabajadores y estudiantes y muchos sectores de la sociedad civil. “Corrimos en diferentes direcciones, la mayoría hacia las calles adyacentes para volvernos a reagrupar con piedras y lágrimas, con miedo... pero volvimos juntos. Y otra vez lo mismo, las balas, los gases, los palos, las detenciones. Corrimos ya a la desbandada ayudándonos entre nosotros, muchos sin conocernos, para levantar a los heridos de entre las patas de los caballos y sacar de las manos de los milicos a los que lograban detener. Así vivimos ese día histórico. Los estudiantes con valentía y experiencia adquirida en las manifestaciones del 68 y aún antes, tironeaban de los caballos para hacer caer a los milicos que se defendían a fustazos. Algunos lograron llegar a la Plaza del Entrevero y se sumaron a quienes daban la pelea allí. Y Otra vez lo mismo, el aire espeso de los gases y el olor a pólvora por todas partes. Los gritos de lucha, los gemidos de los heridos, todo era un revoltijo de lucha y sangre. Y después la retirada... al llegar por la calle Agraciada los tanques del ejército. Los ojos llorosos de impotencia ante la barbarie y la prepotencia , el corazón apretado de congoja y rebeldía. Desde lejos ya, algunos escapaban en grupos, y otros seguían aún dando resistencia, acorralados, peleando tercamente lo inevitable con dignidad. Todos dejaron una maraca indeleble en la historia de nuestro país. Después vino la muerte, la persecución y aquel muro escrito con crayon por Walter Medina asesinado por la espalda ABAJO LA DICTADURA, CONSULTA POPULAR! quedaría como legado seguir resistiendo desde la clandestinidad.... autora Martha Passeggi.Redacción publicada en Memoria para Armar, tomo III año 2002. Por Verdad y Justicia!

Difundirlo es sembrar Memoria.





Difundirlo es sembrar Memoria.

A 38 años del Golpe de Estado en Uruguay, se realizó hoy el homenaje: Una flor para Ramón Peré.

Flores depositadas en la escalinata de la Universidad, bajo la pancarta con la foto de Ramón.

Primer asesinado al igual que Walter Medina, víctimas de la represión desatada bajo el terrorismo de Estado.

-Pasadas las 6 de la mañana de aquel día fatídico se declaró la huelga general.

Todos los centros fabriles, universidad, centros de estudio, entes autónomos entre otros, dieron comienzo

a la ocupación.

15 días de huelga general que marcaron un mojón en la historia de nuestro pueblo.

“Organización, conciencia y disciplina” era el llamado de los volantes que se imprimían, a puro corazón picados en matrices,

marcando un entramado de lucha colectiva.

El 9 de julio se concentró buena parte del pueblo en la avenida principal de Montevideo, a las 5 de la tarde.

Llamado realizado por el locutor Rubén Castillo; citando un poema de García Lorca, para evitar el cerco de la represión desatada.

La resistencia al golpe fue una medida llevada adelante por obreros, trabajadores y estudiantes y muchos sectores de la sociedad civil.

“Corrimos en diferentes direcciones, la mayoría hacia las calles adyacentes para volvernos a reagrupar con piedras y lágrimas, con miedo...

pero volvimos juntos.

Y otra vez lo mismo, las balas, los gases, los palos, las detenciones.

Corrimos ya a la desbandada ayudándonos entre nosotros, muchos sin conocernos, para levantar a los heridos de entre

las patas de los caballos y sacar de las manos de los milicos a los que lograban detener.

Así vivimos ese día histórico.

Los estudiantes con valentía y experiencia adquirida en las manifestaciones del 68 y aún antes, tironeaban

de los caballos para hacer caer a los milicos que se defendían a fustazos.

Algunos lograron llegar a la Plaza del Entrevero y se sumaron a quienes daban la pelea allí.

Y Otra vez lo mismo, el aire espeso de los gases y el olor a pólvora por todas partes.

Los gritos de lucha, los gemidos de los heridos, todo era un revoltijo de lucha y sangre.

Y después la retirada... al llegar por la calle Agraciada los tanques del ejército.

Los ojos llorosos de impotencia ante la barbarie

y la prepotencia , el corazón apretado de congoja y rebeldía.

Desde lejos ya, algunos escapaban en grupos, y otros seguían aún dando resistencia, acorralados, peleando

tercamente lo inevitable con dignidad.

Todos dejaron una maraca indeleble en la historia de nuestro país.

Después vino la muerte, la persecución y aquel muro escrito con crayon por Walter Medina asesinado por la espalda

ABAJO LA DICTADURA, CONSULTA POPULAR!

quedaría como legado seguir resistiendo desde la clandestinidad....

autora Martha Passeggi.

Redacción publicada en Memoria para Armar, tomo III año 2002.

Por Verdad y Justicia!

domingo, 26 de junio de 2011

Organizaciones de DDHH latinoamericanas exigen tipificar la tortura como crimen de lesa humanidad



2º ENCUENTRO LATINOAMERICANO POR MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

Organizaciones de DDHH latinoamericanas exigen

tipificar la tortura como crimen de lesa humanidad

Los participantes del 2º Encuentro Latinoamericano por Memoria, Verdad y Justicia desarrollado en Uruguay, reclamaron que el delito de tortura sea tipificado como un crimen de lesa humanidad, imprescriptible, no amnistiable y pasible de persecución por la justicia internacional, en un documento denominado el Compromiso de Montevideo que fue divulgado en el Día Internacional contra la Tortura y en vísperas de los 38 años del golpe de Estado sufrido en este país en 1973.

La reunión de organizaciones de derechos humanos, contó con la presencia del diputado chileno Hugo Gutiérrez, las activistas argentinas María Sondereguer y Sara Waitman, la representante del Cejil, Liliana Tojo, y los brasileños Jair Kirschke y Afonso Lincks, que alternaron en las mesas de debate a las que enviaron sus intervenciones el jurista Alejandro Artucio y la periodista Stella Calloni.

El 2º Encuentro es la continuación de una primera reunión celebrada en Buenos Aires en marzo último, al cumplirse el 35 aniversario de su golpe de Estado, y es antesala de un evento similar que se organizará en Chile para el 11 de setiembre próximo, cuando se conmemore la fecha del golpe de Estado en el país trasandino. Los encuentros continuarán luego en Paraguay y Brasil.

En la actividad realizada en la Facultad de Ciencias Sociales, con cientos de espectadores en ambas jornadas de debate, se destacaron la intervenciones de los historiadores Clara Aldrighi y Alvaro Rico, el psiquiatra Miguel Scapusio, el abogado Pablo Chargonia, el maestro Miguel Soler, el sociólogo Enrico Irrazabal, el hijo de desaparecidos Valentín Enseñat y las víctimas de torturas Nélida Fontora, Baldemar Taroco e Ivonne Klinger.

La reunión en Montevideo fue convocada por las principales organizaciones de derechos humanos del país: Familiares de Desaparecidos, Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Hijos, ex presos políticos (Crysol), Casa Bertold Brecht, Fundación Zelmar Michelini, Fundación Mario Benedetti y el Centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (Cecso), auspiciados por el sindicato bancario (Aebu).

“Estamos indignados”

El periodista Roger Rodríguez señaló en las palabras de apertura del evento que “las organizaciones no gubernamentales uruguayas convocantes y quienes militamos en ellas, estamos indignados. Indignados por no considerarnos dignos de que nos ocurra lo que ha ocurrido en Uruguay en los últimos tiempos en materia de derechos humanos. Indignados con calma y sin exasperación. Indignados en forma esperanzada, con la convicción de la razón”.

“No somos dignos de que en Uruguay los tres poderes del Estado declaren inconstitucional una ley y ninguno de los tres la elimine del sistema jurídico. No somos dignos de la discusión y resultado del debate parlamentario que en ambas cámaras se dio sin anular la ley de caducidad. No somos dignos de que la Suprema Corte de Justicia considere homicidio los casos de desaparición forzada. No somos dignos de que el Poder Ejecutivo electo no cumpla su programa electoral o admita la presión o el desacato de las fuerzas armadas. No somos dignos de que se ataque o amenace a los fiscales o jueces que quieren cumplir su trabajo de indagar e impartir justicia. No somos dignos de que en nuestros países siga rigiendo la impunidad que protege a los violadores de los derechos humanos”, agregó

Por su parte, en el mensaje enviado por el diputado argentino Remo Carlotto, convocante del primer encuentro en Buenos Aires, se subrayó que “la lucha por la memoria, la verdad y la justicia tiene indiscutibles denominadores comunes en el Cono Sur y en toda Latinoamérica. Hemos visto, a lo largo de los años, de las décadas como los organismos de derechos humanos, las organizaciones de la sociedad civil y los actores más dinámicos de nuestras sociedades, durante las dictaduras y con el retorno democrático han exigido el esclarecimiento de los crímenes cometidos por el terrorismo de estado. El conocimiento de la verdad y el juicio y castigo a los culpables de la comisión de crímenes de lesa humanidad entre los cuales está la aplicación de la tortura como uno de los actos más deleznables deben ser demandados por todos y todas”

“Simultáneamente a la acción criminal de las dictaduras en cada uno de nuestros países, la coordinación implementada por la denominada Operación Cóndor con sus consecuencias de secuestros, desapariciones y muerte, requiere de nuestra voluntad para demandar en forma conjunta la apertura de archivos y documentación, la identificación de las responsabilidades civiles y militares, que asolaron nuestra patria grande y el consecuente juicio y castigo a los culpables. Estoy convencido que este encuentro va en ese sentido trazado inicialmente en Buenos Aires en el mes de marzo”, dijo Carlotto.

Compromiso de Montevideo

La declaración final del encuentro, denominada el “Compromiso de Montevideo” se divulgó en la fría y lluviosa mañana del domingo 26 durante una concentración realizada en el Pasaje de los Derechos Humanos ubicado frente a la sede de la Suprema Corte de Justicia, donde se dejó instalada una pancarta que rezaba “Tortura: crimen de lesa humanidad imprescriptible”

El documento expresa:

“Los participantes del 2° Encuentro Latinoamericano por la Memoria, la Verdad y la Justicia, celebrado en la ciudad de Montevideo entre el 24 y 26 de junio de 2011, a 38 años del golpe de Estado en Uruguay y en el Día Internacional contra la Tortura, coincidimos en que en nuestros países se debe investigar, juzgar, penalizar, reparar y no olvidar los casos de tortura sufridos por nuestros pueblos, que indignan a nuestro sentimiento y condición humana, y constituye un crimen de lesa humanidad, es decir, imprescriptible, no amnistiable y pasible de persecución por la justicia internacional, cuando y donde fuera que se cometiere el delito, ya sea cuando las dictaduras del cono sur o por cualquier autoritarismo del presente.

Nos comprometemos contra la impunidad. Porque los impunes y los impunidores, militares o civiles, no deben continuar sin castigo, ya que la aplicación de la tortura en la región implicó un plan supranacional, practicado en forma sistemática, con idéntica metodología y desde los mismos manuales, para imponer desde las dictaduras un modelo político y social, que requería la eliminación de toda resistencia popular y la instauración del terrorismo de Estado, con sus muertes y desapariciones, antes que el autoritarismo permitiera una reinstitucionalización condicionada por la aceptación de distintos tipos de leyes de amnistía, punto final o autoperdón.

Nos comprometemos con los reclamos de las víctimas y sus familiares. Porque con la tortura se buscó la cosificación del ser humano, su deshumanización y su destrucción física y moral, para dañar no sólo el cuerpo de la carne y el hueso, torturado con el golpe, la picana, el tacho, la colgadura, el plantón o la violación y llegar hasta a la perdida de embarazos, sino también al cuerpo social, cultural y ético de convivencia, entretejido por la comprensión y la solidaridad, para generar el miedo y la desprotección de la sociedad, provocándole un daño transgeneracional con la interrupción de la continuidad del relato no oficial de su propia historia.

Nos comprometemos con la reparación a quienes padecieron la tortura. Porque la tortura no es un tema del pasado, sino que su daño, secuelas físicas o morales, se siguen viviendo en forma constante por quienes la sufrieron y su entorno, transformándola en un crimen permanente, porque es tan cruel el tormento como la posterior ausencia de políticas de reparación social a sus víctimas, quienes deben convivir con los impunes victimarios, y porque también es necesario repensar, desde una mirada de género y otras ópticas, las políticas de memoria, justicia y reparación, ante las características que la violencia represiva tuvo sobre hombres y mujeres.

Nos comprometemos con los juicios contra la tortura a nivel local e internacional. Porque las víctimas tienen el derecho de realizar las denuncias ante un sistema judicial independiente, que no debe estar sometido por el poder político, porque es un crimen imprescriptible que en cada país impone la justicia universal establecida por los convenios y tratados acordados desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 hasta las normas que lo tipifican en el tratado de Roma.

Nos comprometemos a impulsar una cultura y una educación que, basadas en los derechos humanos, sostengan la memoria. Porque es la cultura la que produce conceptos a partir de sus propias prácticas y herramientas, porque es la educación la que forja el aprendizaje y el conocimiento, porque ambas trasmiten y construyen la memoria colectiva que permitirá recordar y comprender lo ocurrido, para asegurar el nunca más al terrorismo de Estado. Un Estado que deberá ser vigilado por la sociedad, alerta en su conjunto, y a través de órganos autónomos de contralor.

Montevideo, 26 de junio de 2011.”

Archivo de la dictadura brasileña

EL MUNDO › LOS ARCHIVOS DE LA DICTADURA QUE LOS MILITARES BRASILEÑOS QUIEREN OCULTAR

Espían a Perón, arreglan con Videla

Documentos de la dictadura brasileña obtenidos por este diario aportan detalles inéditos del archivo que la presidenta Dilma quiere hacer público, pero los militares se resisten.

Por Darío Pignotti

Desde Brasilia

“El ex presidente Juan Perón estuvo en la mira de los servicios de Inteligencia brasileños, eso es casi un hecho, participé en reuniones con él, se presentía que nos vigilaban, si se abren los archivos de la dictadura, como quiere la presidenta Dilma, habría más pruebas de eso.”

Lo afirma João Vicente Goulart, hijo del ex mandatario Joao Melchior Goulart, Jango, amigo del general argentino por más de dos décadas.

Transcurridos 47 años del derrocamiento de Jango y 38 de sus últimos encuentros con Perón, probablemente espiados por agentes brasileños, “es hora de terminar con este largo silencio, todavía vivimos de espaldas a la historia de los ‘70, debido a las presiones de grupos ligados al terrorismo de Estado”, lamenta João Vicente.

Dilma Rousseff parece compartir esa preocupación y la semana pasada instruyó a sus ministros, en particular a la titular de Derechos Humanos, Maria do Rosario Nunes, para que persuadan al Congreso de aprobar de inmediato el proyecto sobre la Comisión de la Verdad, contra la que se insubordinaron los jefes de las fuerzas armadas en diciembre de 2009.

“Un día estando en un hotel de Madrid con papá, atiendo el teléfono y alguien me dice: ‘Quiero hablar con Janguito, dígale que soy el general Juan Perón’. Yo no podía creerlo, pero era verdad, Perón estaba del otro lado de la línea para convidar a Jango a charlar en la residencia de Puerta de Hierro, creo que era a principio del ’73”, cuenta Goulart a Página/12.

“En una ocasión se habló de la posibilidad de hacer un acuerdo, mi padre (estanciero) vendería carnes en el marco de un plan trienal que iba a implementar el gobierno peronista, pero eso fracasó por influencias del brujo”, menciona Goulart, aludiendo al mote con que era conocido José López Rega. “Hubo más reuniones con Perón, otra se hizo en Buenos Aires, recuerdo que algunas personas nos decían que los servicios estaban rondando por allí.”

Documentos del régimen brasileño obtenidos por este diario corroboran las sospechas de Goulart. “La conversación (Perón-Goulart) giró en torno de la situación brasileña y sobre las ideas de Juan Perón para la creación de un amplio movimiento latinoamericano de liberación cuyo epicentro se localizaría en Argentina”, dice un despacho de marzo de 1973, rotulado como “secreto” y en cuyo margen izquierdo se lee la sigla CIEX, Centro de Informaciones del Exterior, organismo dependiente de la Cancillería brasileña.

“Era lógico que la dictadura quisiera seguirle los pasos a Perón, él le propuso a mi padre radicarse en Argentina, desde donde iba a tener una plataforma para organizar su regreso a Brasil y forzar la apertura democrática, que los militares querían atrasar”, sostiene Goulart.

No todos los miembros del Servicio Exterior integraban el CIEX, donde sólo se admitía a quienes hacían del anticomunismo una profesión de fe. Su creador fue el diplomático Pio Correa, uno de los primeros embajadores que representaron a la dictadura en Buenos Aires, y a quien algunos investigadores sindican como doble agente, por sus vínculos con la CIA.

Además de buscar exiliados brasileños, algunos de los cuales luego serían secuestrados en Argentina y asesinados en Brasil, el CIEX también habría seguido los pasos de líderes extranjeros antipáticos al proyecto de poder regional de la Revolución Brasileña, implantada el 31 de marzo de 1964.

Perón era tipificado como un “cómplice” de Goulart y del “comunismo-brizolista (Leonel Brizola, dirigente nacionalista y cuñado de Goulart)” según palabras del general y superministro de la dictadura Golbery do Couto e Silva, otro que cargaba con el mote de “brujo”.

Dicen que a Golbery, considerado el intelectual de más brillo del régimen que imperó entre 1964 y 1985, se le erizaba la piel de sólo oír el nombre del fundado del movimiento justicialista.

Algo parecido ocurría con el dictador Ernesto Geisel, quien se refería al argentino como la “Momia” y lo excluyó de su ceremonia de asunción, a comienzos de 1974, donde sí estuvieron el chileno Augusto Pinochet, el boliviano Hugo Banzer y el uruguayo Juan María Bordaberry.

Geisel inició un período de cambios en la política externa conocido como del “pragmatismo responsable”, caracterizado por la apertura de relaciones con países del Tercer Mundo y menor alineamiento con Estados Unidos.

Ese giro no implicaba el fin de la estrategia de contención al comunismo y otra de las marcas de su política externa fue la intensa, a veces contradictoria, relación con el secretario de Estado Henry Kissinger.

Ningún canciller tuvo más sintonía con Kissinger que Francisco Azeredo da Silveira, quien se desempeñó en el cargo durante el quinquenio de Geisel.

Antes de ello Azeredo comandó la embajada en Argentina, “donde fue un pionero del terrorismo de Estado regionalizado porque en 1970 fue el responsable del secuestro en Buenos Aires y traslado ilegal a Brasil del coronel

Jefferson Cardin, un militar nacionalista y brizolista, que fue mi compañero en la cárcel de Río”, dice Jarbas Silva Marques, prisonero político entre 1967 y 1977.

“Jefferson Cardin me dijo en la cárcel de Río que Azeredo da Silveira siendo canciller sabía todo sobre Argentina, seguro que él sabía de ese posible espionaje sobre Perón y mandaba a la Embajada a colaborar con los golpistas.”

“Esta es una historia pesada, estamos hablando del jefe de la diplomacia entre 1974 y 1979. De una política de Estado. Hasta hoy hay gente queriendo esconder esa historia debajo de la alfombra, hay mucha presión, vemos al presidente del Senado José Sarney haciendo lobby a favor de los militares para impedir que Dilma abra los archivos”, aseguró a Página/12 Silva Marques.

Es imposible hacer una reconstrucción acabada de todos los movimientos de la diplomacia brasileña y sus pactos con los sediciosos argentinos, debido a la falta de documentación suficiente.

De la lectura de centenas de papeles en poder de este diario surge que eran frecuentes los contactos, y la afinidad, con quienes perpetrarían el golpe de 1976 y aprobaban la guerra sucia ya lanzada por entonces contra la “subversión”.

El telegrama “secreto” enviado por la Embajada brasileña el 3 de setiembre de 1975 da cuenta de una “larga conversación” con los “comandantes Jorge Videla y Eduardo Massera”, quienes expresaron su interés en “estimular por todos los medios el acercamiento de las Fuerzas Armadas” de ambos países.

En otro mensaje “confidencial”, del 19 de febrero de 1975, se habla sin eufemismos sobre la coordinación represiva.

La nota relata un encuentro oficial de diplomáticos brasileños con el ministro de Defensa argentino Adolfo Savino, cuando se trató con “total franqueza sobre la necesidad de un profundo entendimiento de nuestros países frente a los enemigos comunes de la subversión”.

Durante su diálogo con Página/12, João Goulart hijo y Jarbas Silva Marques lamentan el “atraso” histórico de Brasil frente a la Argentina, Chile y Uruguay, donde “hubo un arreglo de cuentas con la historia y la verdad”, pero estiman que esa situación podrá revertirse.

Ellos, así como varios organismos de derechos humanos, confían en el compromiso con la verdad asumido por Rousseff, víctima de prisión y torturas durante el régimen, así como de la presión internacional, y citan el ejemplo del fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que condenó al Estado brasileño por desentenderse de los delitos de la dictadura.



Facsímiles de un cable del encuentro Perón-Goulart y otro sobre la coordinación de las dictaduras.



26 de junio Día Internacional contra la tortura.

26 DE JUNIO

DÍA INTERNACIONAL EN APOYO

A VÍCTIMAS DE TORTURAS.

La comunidad internacional conmemora anualmente el 26 de Junio el “Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura”, con el fin de dirigir la atención mundial hacia la necesidad de poner fin a la tortura y ayudar a las víctimas.

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Día Internacional en su resolución 52/149, de 12 de diciembre de 1997, con el propósito de erradicar la tortura y de asegurar la aplicación de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.

La tortura es una de las formas más graves de violación de los derechos humanos, e impone un costo terrible a millones de personas y sus familias. La violación, los golpes en las plantas de los pies, la asfixia por inmersión, las quemaduras, la aplicación de corriente eléctrica, la privación del sueño, las sacudidas y las palizas son métodos habituales de los torturadores para quebrantar la personalidad del individuo.
Aunque los daños físicos son tremendos, las secuelas psicológicas y emocionales suelen ser aún más destructivas y más difíciles de curar. Muchos supervivientes de la tortura sufren de pesadillas y de recuerdos angustiosos recurrentes. Rehuyen a la familia, la escuela y el trabajo y experimentan pérdida de confianza.

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Difundirlo es sembrar Memoria.

Descripción de los efectos de la tortura.

Editorial Martha Passeggi.

Siempre nos referimos a las torturas físicas quizás, porque son los más visibles y de impacto desbastadores más inmediatos.

Pero para las torturas psíquicas no encontramos generalmente las palabras adecuadas y precisas para describirlas.

Sin embargo, estas heridas internas son las más demoledoras a largo plazo.

Definición de trauma:

Un hecho traumático lo constituye un episodio violento, grave e imprevisto fuera del campo de la experiencia humana ordinaria vivida por una o varias personas.

Esto configura un cuadro de alto impacto emocional con derivaciones fisiológicas y psíquicas.

Significa que se pone en juego todo un universo de efectos químicos y emocionales en el cuerpo.

Esa fue la situación que vivimos, los que fuimos detenidos- secuestrados en la época de la dictadura en este país y en toda la región.

Los opositores políticos al régimen dictatorial, en los primeros momentos en que éramos capturados pasábamos al estado de amenaza permanente a nuestra integridad física y psíquica.

Desde el primer momento nuestros cuerpos eran sometidos a salvajes torturas.

El promedio de edad que teníamos en esa época era de 20 a 35 años. Pero también una franja etárea de 50. 60 años.

Los primeros minutos del secuestro:

La indefensión de no saber que va a pasarme.

Un frío espeso rodea el cuerpo.

Una capucha impuesta o una venda nos sacaban del mundo exterior en forma brusca.

Allí comienza a funcionar el cuerpo como primera forma de defensa.

Aumenta la fuerza muscular y arterial.

La respiración se torna agitada en extremo, corta, alta.

La actividad cardiaca en paroxismo… taquicardias.

Las descargas internas, corporales de las llamadas “hormonas del estrés”, adrenalina, cortisona, serotonina, endorfina se vuelcan al torrente sanguíneo en forma continua.

Cuerpos sometidos a diversidad de aplicaciones aberrantes de torturas; golpes, patadas, asfixia por inmersión en recipientes de agua pestilente: con orín y materias fecales, asfixia con bolsas de nylon produciendo una desesperación inenarrable de sofoco, descargas intensas de electricidad, humillaciones, insultos; son parte de ese universo que los torturadores empleaban para someter y destruir a sus víctimas.

Y en el plano psicológico:

La atención activada en estado de alerta, a lo que nos hacían.

Los gritos, los ruidos se amplificaban; a nuestro alrededor.

Todo producía embotamiento de la emoción, disociación interna: replegados hacia nuestro interior para protegernos.

Al dolor del cuerpo se sumaba el dolor del espíritu, con aquellas torturas que no dejaban huellas visibles como las violaciones a mujeres y hombres por igual.

A su vez se volvía a amplificar los dolores, el miedo, el terror de sentir los gritos de los otros/as, de familiares, hijos, hermanos.

Esto nos dejaba en la incertidumbre e impotencia de no saber si tuviese un fin inmediato, certero. Todo lo contrario; permanecíamos por días, meses casi muriendo… de esa forma.

Era estar a disposición de ellos: los torturadores.

Los cuerpos sé cimbraban, por las descargas de electricidad aplicadas, intensas…continuas.

Sudaban nuestros cuerpos… casi adolescentes: de miedo, se erizaba la piel como primera alarma de peligro.

Y el cuerpo psíquico respondía tratando en céntimas de segundos, elaborar y volver a codificar nuevas alternativas de contrarrestar los peligros descargando más y más hormonas del estrés invadiendo todo el cuerpo, todos los cuerpos. Sintiendo el propio dolor y el ajeno.

La desnudez como método de desprotección, de vulnerabilidad tanto en hombres como en mujeres. Sólo que en la mujer tomaba otros parámetros culturales de los cuales se valían ellos: los torturadores.

Estas prácticas como otras infinitas, fueron parte de la instrucción que se les había impartido, en las academias norteamericanas a las cuales muchos de los militares habían tomado cursos intensivos: de cómo llevar al límite esos cuerpos heridos por fuera y por dentro.

El llanto una expresión tangible del cuerpo emocional muchas veces era sofocado por uno/a misma para que no fuese utilizado como elemento de fragilidad. Otras veces funcionaba como forma de descargas para recuperar fuerzas internas. Los gritos también.

Y así pasaban los días, porque el tiempo lo administraban ellos: los perpetradores.

Disponían de un resorte que los aparaba en la total impunidad: El estado uruguayo.

Militares y civiles todos complotando en igual función y responsabilidad.

El cerco impuesto nos acorralaba… no teníamos formas de salvarnos de las salvajes torturas.

Las transitábamos… apelando cada una/o a su fortaleza interior, convicción o suerte efímera.

Y en esa “danza” con la muerte; ellos se regodeaban del sufrimiento de sus víctimas.

La tortura; de ayer y de hoy sigue su itinerario de destrucción.

¿Hasta cuando debemos esperar; que los “nuevos ocupantes del estado” erradiquen esta práctica de nuestra cultura uruguaya?

¿Nos pedirán perdón por el ayer?..................

Y qué está pasando en estos momentos ¿yo escucho un grito de dolor? ¿Y usted?....

Martha Helena Passeggi

Año 2011.