jueves, 19 de abril de 2012

SECCIONAL 20 y el parlamento

SECCIONAL 20

Duro cruce al rememorar el ataque de 1972

PUBLICADO HACE 11 HORAS

Cámara De Diputados
En medio de insultos y amagues de pugilato se recordaron ayer en Diputados a los 8 obreros muertos en abril de 1972 en la seccional 20 del partido Comunista, tras un operativo de las Fuerzas Conjuntas.

“Ah, seguro…¡y los comunistas eran unos angelitos!”. Esta frase fue, al mismo tiempo, la nafta y la chispa que detonó ayer a la tarde en la sesión de los Diputados en el momento en que, con pocos legisladores en sala, se estaba llevando a cabo un homenaje a los 8 trabajadores ultimados hace 40 años en el local de la seccional 20 del Partido Comunista, en la zona del Paso del Molino.

Y como en toda detonación hubo escombros esparcidos entre representantes del Frente Amplio y del Partido Colorado que estuvieron a nada de tomarse a golpe de puño.

Aunque repetido, el hecho se suscitó tras un comentario hecho por un partido político que molestó a otro partido político.

El diputado comunista por el departamento de Artigas, Hugo Dávila, fue el responsable de iniciar el homenaje a los dirigentes muertos tras un operativo desarrollado en forma conjunta por el Ejército y la Policía en la madrugada del 17 de abril de 1972 en la vieja casona de Agraciada y Valentín Gómez.

Previamente, los cuatro partidos políticos representados hoy en el Parlamento habían acordado que un legislador por partido iba a aludir al hecho. Diez o 15 minutos de discurso fue lo pautado.

Dávila había comenzado con un racconto de los hechos previos al allanamiento castrense en la sede partidaria de los comunistas pero tropezó en errores cronológicos. Dijo que Pacheco Areco era el presidente y que el gobierno había dispuesto el estado de guerra interno. No era Pacheco sino Juan María Bordaberry el presidente en funciones y la Asamblea General Legislativa fue la que aprobó las medidas de estado de guerra interno tras el pedido del Poder Ejecutivo.

Juan Ángel Vázquez, diputado de Vamos Uruguay, pidió la palabra a fin de aclarar los fallos de Dávila. Por lo menos, dijo que esa había sido su intención. Pero no; Vázquez subrayó que “muertos hubo de los dos bandos” y que la historia se estaba contando de manera equivocada.

“¡Callate, salame!” gritó alguien desde la bancada del Frente Amplio, entre otros que se confundían con “asesinos”, “cómplices” y cosas así.

“Ah, seguro, y los comunistas eran unos angelitos”, dijo Vázquez y todo se fundió a negro. El presidente de los diputados decidió suspender la sesión “por 15 minutos” y varios legisladores se acercaban al diputado colorado con dudosas intenciones. Carlos Varela, de Asamblea Uruguay, extendió sus brazos sobre la humanidad de Vázquez. Nunca se supo si era para saludarlo u otra cosa mientras otros le recomendaban “dejá Carlitos…dejá”. Carlos Gamou se retiró de sala.

Los 15 minutos transcurridos mitigaron los ánimos y al retornar al homenaje, José Amy, también colorado, puso un paño frío en el suceso y todo volvió a ser como antes.

Luego hablaron, pero no despertaron enconos, Daniel Radío (PI), Jorge Gandini (PN) y Doreen Javier Ibarra (FA).

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