domingo, 16 de octubre de 2011

INDIGNADOS EN URUGUAY


15.10.2011 00:00


Unas ochenta personas se concentraron este sábado en la Plaza Independencia para reclamar a las autoridades "medidas urgentes" que cambien "un sistema financiero agotado". El movimiento de "indignados" se manifestó en 82 países.
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Unas ochenta personas se manifestaron este sábado en la Plaza Independencia para reclamar a las autoridades "medidas urgentes" que cambien "un sistema financiero agotado" y políticas que "eviten" que la crisis internacional llegue a Uruguay.

El grupo, en su gran mayoría jóvenes, se concentró en la Plaza Independencia, ubicada en el centro de Montevideo, y a los pies de la estatua ecuestre del general José Gervasio Artigas, héroe libertador uruguayo.

"Este es un movimiento espontáneo, nos estamos conociendo e intercambiando ideas, pero está claro que hay muchas cosas por hacer para vivir mejor", dijo a Efe Ruth, una joven de unos 20 años.

"El sistema financiero internacional no da más, las crisis son frecuentes y quienes más las sufren son los que menos tienen. Así no se puede seguir" agregó Marcos, un poco mayor y también de los más activos.

Europa "vive momentos muy duros" en América Latina "aún no se ven los efectos de la crisis, pero seguramente llegarán. Por eso queremos advertir a nuestros compatriotas y a toda la región para estar alertas y preparados", agregó.

La jornada de movilización internacional ha sido bautizada como "World Revolution 15.0", en alusión al 15 de octubre, cuando se cumplen cinco meses del movimiento 15-M de los "indignados", nacido en la madrileña Puerta del Sol.

"Apuntamos a sacudir a la gente, que tengan presente que cada vez más los problemas no tienen fronteras y estamos cansados de la inacción de los Gobiernos", señaló Ruth.

La manifestación en nuestro país es parte de las 951 manifestaciones realizadas en 82 países bajo el lema "Unidos por un cambio global".

En conversación con Montevideo Portal, el sociólogo Alfredo Falero señaló que en términos generales es importante separar el contexto de Europa y Estados Unidos con el de América Latina.

"Las manifestaciones colectivas se dan en forma diferente. En América Latina hay procesos sociales de movilizaciones populares desde mediados de la década del noventa en adelante. Es una situación diferente con otro tipo de organización vinculado por ejemplo a la falta de trabajo, como la organización de los piqueteros en Argentina-que se empieza a dar a partir del 96, 97- movimientos constituidos y organizados que ocupan vastos territorios como el Movimiento Sin Tierra en Brasil, los movimiento indígenas y campesinos en la zona andina que son todo un movimiento nuevo que reivindican derechos y transforman el Estado, como lo han hecho en Ecuador y Bolivia. En América Latina hay una realidad de movimientos sociales organizados que tienen ya largos años", afirmó.

Falero señaló que mientras estos movimientos se manifestaban en América Latina en Europa no había este tipo de manifestaciones, salvo excepciones puntuales como las revueltas en la periferia de Paris y Londres. "Pero eran cosas muy puntuales. El movimiento de indignados supone una manifestación nueva de lo que apareció primeramente en España, que aparece como una forma de reivindicación frente a una situación concreta y que tienen que ajustar un programa de emergencia, decir para qué están manifestando y qué objetivos tienen".

El sociólogo manifestó que la organicidad de los diferentes movimientos sociales en América Latina constituyen una realidad diferente a la europea, también en la medida en que mientras estos atraviesan los diferentes partidos políticos, en Europa hay un rechazo a los partidos políticos, tanto a los existentes como a la posibilidad de crear nuevos: "Es un rechazo que todavía no está muy claro hacia donde va y qué tipo de organicidad se van a dar en el futuro, sino se dan cierta organicidad-aún como movimiento-tampoco uno puede suponer que tengan mucho proyección en el futuro.

Consultado sobre la poca difusión de estas manifestaciones globales en nuestro país, Falero respondió: "En Uruguay hay una apatía general, eso es clarísimo, se nota debilidad del tejido social para activar cosas y generar lógicas colectivas de reclamo, pero algunas cosas hay, tampoco es la nada. En este caso, como partimos de una realidad en la que hace tiempo hay organizaciones de otro tipo, yo no sé hasta dónde pueden cuajar lógicas como la de los indignados que aparecen como rechazando todo pero sin objetivos muy claros.

"La realidad de EEUU y España tenía que ver por ejemplo con la pérdida de la casa porque no podían pagar la hipoteca y acá no necesariamente tenemos una situación comparada en ese sentido, lo que no quiere decir que no haya mucha gente que no tienen vivienda", agregó.

(EFE y Montevideo Portal)

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