COMUNICADO DE MADRES Y FAMILIARES DE DETENIDOS-DESAPARECIDOS.
27 de setiembre 2010
En los últimos tiempos y a propósito de la discusión del presupuesto nacional,
se han sucedido hechos y posturas en relación a las FFAA. Hechos que son
preocupantes por lo que revelan y que merecen ser tratados con mayor profundidad.
Pensamos que es necesario generar la reflexión ciudadana sobre los mismos. Ese es
el sentido de las líneas que siguen.
Es sabido que las FFAA, protagonistas del golpe de Estado y verdadero núcleo
organizacional de la dictadura cívico-militar, se enseñorearon durante 13 años del
poder absoluto en este país. En ese período se cometieron crímenes reiteradamente
denunciados y probados. Ellas reprimieron, clasificaron los ciudadanos, dictaron y
ejecutaron todas las políticas nacionales e internacionales del país e intervinieron en lo
privado. Nada, absolutamente nada, quedó fuera de su voluntad de control. Todo lo
que no podían controlar (partidos políticos, sindicatos, prensa, etc.) fue prohibido y sus
integrantes y promotores perseguidos. Durante el goce de ese poder mal habido,
incrementaron sus efectivos en un número record y consecuentemente multiplicaron
cargos y grados para la oficialidad… más galones, más cargos, más sueldos. Su
máximo intento de consolidación fue la reforma constitucional derrotada por la
ciudadanía en 1980. Como no podía ser de otra manera encallaron al país y su gente
en el magma del atraso, la corrupción, la pobreza, el endeudamiento, la condena
internacional, el desastre. Todos sabemos los costos humanos, sociales, económicos,
civilizatorios que nos dejaron.
Ellas de alguna manera conscientes de que en algún momento, con el
advenimiento de la democracia, llegaría la hora de rendir cuentas, se abroquelaron, se
aferraron a su poder y a su forma de ejercerlo. Ya no serían “el Estado”, pero sí “un
Estado dentro del Estado”. Enquistadas, su mentalidad quedó fijada en la época y
modus operandi de su tiranía. Así Medina encerró en su caja fuerte las citaciones
judiciales a militares, después se implicaron en el caso Berríos (1992), coparon la
Comisaría de Parque del Plata, secuestraron y asesinaron a Berríos, trucaron fotos
para “demostrar” al Parlamento que estaba vivo… y los Generales se compactaron
para enfrentar los reclamos del Presidente Lacalle que debió regresar
apresuradamente de Londres. Años después –bajo la Presidencia de Batlle- le
mintieron a la Comisión para la Paz. Después le mintieron al Presidente Vázquez en
los informes sobre los desaparecidos que solicitó a las respectivas armas y sobre el
lugar donde estarían los restos de María Claudia García de Gelman. También, en el
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2008, el Gral. Rosales se permitió criticar en Santiago a la justicia chilena a propósito
de los coroneles procesados en Chile. Siempre prepotentes, vanidosas, ellas no rinden
cuentas. Se creen –y de alguna manera lo son- impunes.
Ahora, cuando se ha conocido la corrupción en el manejo financieroadministrativo,
cuando acaban de sentenciar en Chile a los oficiales implicados en el
asesinato de Berríos, pensábamos que tal vez las FFAA tuvieran un gesto de
pundonor. Pero nos equivocamos, no dijeron nada al respecto. En cambio, sí abrieron
la boca para defender sus bolsillos y privilegios. Claro, disfrazaron su avidez
invocando la pobreza de la tropa; la misma tropa a la que le tocó la tajada flaca
cuando la oficialidad repartió los dineros de las Misiones de Paz y se quedó con la
tajada gorda. La misma tropa por la que se hacen servir en la vida cuartelera y en la
privada.
Los “abnegados defensores de la Patria” amenazaron con retirarse
prematuramente porque jubilados ganan más. Los Coroneles se insubordinaron, ya
que les habían mandado (el mando es otro de sus valores de oro) quedarse quietos y
chitos y se fueron a corcovear a sus “instituciones sociales”, cuyas autoridades
salieron al ruedo a defender la corporación con el discurso paranoico de la venganza y
del complot de contrainformación y otra serie de delirios que debimos escuchar con
paciencia y tolerancia y que no logra más efecto que hundirlos en la consideración
ciudadana. “Instituciones sociales” que ahora se preocupan por los costos de las
excavaciones destinadas a encontrar los restos de nuestros familiares… Sí señores,
no tendríamos que gastar ni un peso si ustedes no los hubieran matado y enterrado
clandestinamente o, si admitiendo su responsabilidad, dijeran dónde están. Así que
éste es uno de los costos de su criminalidad y su cobardía.
Todo esto nos lleva a razonar que:
Vivimos en un país que hace denodados esfuerzos por salir de la pobreza, del
endeudamiento y del caos administrativo. Que hace esfuerzos por incrementar su
producción, por ser serio y ganar la confianza de su gente y de la del exterior, por
cumplir con las normas del derecho nacional e internacional.
Somos un país con una superficie que apenas araña el 1% de la de
Sudamérica…
Un país que ha comprendido que su soberanía, independencia y seguridad
dependen del desarrollo de su economía, de su respeto del derecho, de su educación
y cultura, de sus relaciones internacionales. Que dependen de la calidad de la
convivencia entre sus pobladores, de su compromiso con la paz y la libertad, con la
integración regional; que ha votado una Ley Marco de Defensa Nacional que refleja
estos aspectos.
Entonces, ¿qué hacemos manteniendo unas FFAA cuya proporción por
habitante (7 cada mil) es la más alta de la Región? ¿Por qué mantenemos Agregados
Militares cuyo costo anual ronda los 8 millones de dólares? ¿Por qué –con todas las
limitaciones económicas y las inversiones que debemos hacer para sacar el país del
pozo- destinamos el 1,2% del PBI a mantener esta burocracia obsoleta y armada?
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Estas FFAA, con sus crímenes de antes y durante la democracia, no
contribuyen a la defensa nacional, al contrario, la socavan.
Estas FFAA persistentes en su silencio y mentiras, están divorciadas de la
población y eso las cuestiona como elemento de defensa.
Estas FFAA que insisten en no subordinarse más que superficialmente a los
poderes constituidos, que aspiran a mantener su indisciplinada autonomía, que miran
con aversión toda legislación que implique subordinarlas al poder político, son un
riesgo para la democracia.
Estas FFAA que parecen no darse cuenta que la guerra fría terminó, que las
dictaduras ya se tuvieron que ir, no son más que la ignominiosa presencia de nuestro
peor pasado. Desprestigian al país y deshonran sus tradiciones.
Estas FFAA no dan garantías de que Nunca Más el terrorismo de Estado va a
abatirse sobre nosotros o las generaciones futuras. Por eso nosotros, continuaremos
siguiendo atentamente sus acciones. Por eso estaremos inclaudicablemente
defendiendo el Estado de Derecho y sus legítimas autoridades.
En este sentido, invitamos a los partidos políticos, a los gremios y sindicatos, a
todas las organizaciones de la sociedad civil, a plantearse seriamente dónde radica
nuestra Defensa Nacional, para qué y qué FFAA necesitamos y hacer llegar estas
reflexiones al mayor número de personas posibles comprendiendo que en esto se
juega gran parte de nuestro futuro como país y como sociedad.
Nicaragua 1332 Apto. 205- 11800 Montevideo – Uruguay.
Tel. (598 ) 2929-1625
E-mail: famidesa@adinet.com.uy - Web: www.familiaresdedesaparecidos.blogspot.com
Miembro de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos – FEDEFAM
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