martes, 28 de junio de 2011

Difundirlo es sembrar Memoria.





Difundirlo es sembrar Memoria.

A 38 años del Golpe de Estado en Uruguay, se realizó hoy el homenaje: Una flor para Ramón Peré.

Flores depositadas en la escalinata de la Universidad, bajo la pancarta con la foto de Ramón.

Primer asesinado al igual que Walter Medina, víctimas de la represión desatada bajo el terrorismo de Estado.

-Pasadas las 6 de la mañana de aquel día fatídico se declaró la huelga general.

Todos los centros fabriles, universidad, centros de estudio, entes autónomos entre otros, dieron comienzo

a la ocupación.

15 días de huelga general que marcaron un mojón en la historia de nuestro pueblo.

“Organización, conciencia y disciplina” era el llamado de los volantes que se imprimían, a puro corazón picados en matrices,

marcando un entramado de lucha colectiva.

El 9 de julio se concentró buena parte del pueblo en la avenida principal de Montevideo, a las 5 de la tarde.

Llamado realizado por el locutor Rubén Castillo; citando un poema de García Lorca, para evitar el cerco de la represión desatada.

La resistencia al golpe fue una medida llevada adelante por obreros, trabajadores y estudiantes y muchos sectores de la sociedad civil.

“Corrimos en diferentes direcciones, la mayoría hacia las calles adyacentes para volvernos a reagrupar con piedras y lágrimas, con miedo...

pero volvimos juntos.

Y otra vez lo mismo, las balas, los gases, los palos, las detenciones.

Corrimos ya a la desbandada ayudándonos entre nosotros, muchos sin conocernos, para levantar a los heridos de entre

las patas de los caballos y sacar de las manos de los milicos a los que lograban detener.

Así vivimos ese día histórico.

Los estudiantes con valentía y experiencia adquirida en las manifestaciones del 68 y aún antes, tironeaban

de los caballos para hacer caer a los milicos que se defendían a fustazos.

Algunos lograron llegar a la Plaza del Entrevero y se sumaron a quienes daban la pelea allí.

Y Otra vez lo mismo, el aire espeso de los gases y el olor a pólvora por todas partes.

Los gritos de lucha, los gemidos de los heridos, todo era un revoltijo de lucha y sangre.

Y después la retirada... al llegar por la calle Agraciada los tanques del ejército.

Los ojos llorosos de impotencia ante la barbarie

y la prepotencia , el corazón apretado de congoja y rebeldía.

Desde lejos ya, algunos escapaban en grupos, y otros seguían aún dando resistencia, acorralados, peleando

tercamente lo inevitable con dignidad.

Todos dejaron una maraca indeleble en la historia de nuestro país.

Después vino la muerte, la persecución y aquel muro escrito con crayon por Walter Medina asesinado por la espalda

ABAJO LA DICTADURA, CONSULTA POPULAR!

quedaría como legado seguir resistiendo desde la clandestinidad....

autora Martha Passeggi.

Redacción publicada en Memoria para Armar, tomo III año 2002.

Por Verdad y Justicia!

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