Memoria renovada
Marcha por mártires coincidió con paro en enseñanza pública
y protestas por Rendición de Cuentas.
A los 45 años del asesinato de Líber Arce, y como todos los
14 de agosto, se realizó ayer la marcha en homenaje a los mártires estudiantiles,
con una importante participación de estudiantes de secundaria. También se
sumaron manifestantes de sindicatos de la educación pública, que desde temprano
se movilizaban en el Palacio Legislativo porque se votarían los artículos de la
Rendición de Cuentas referidos al tema.
“Ha muerto Líber Arce”, decía una tela enorme que habían
colgado en el centro de la fachada del edificio de la Universidad de la
República (Udelar). A la cabeza de la marcha se desplegaron los liceales del
Instituto Alfredo Vásquez Acevedo (IAVA).
Detrás de una pancarta que abarcaba casi todo el ancho de la
avenida 18 de Julio y que decía: “1968-2013 / A 45 años la lucha del pueblo
continúa - Líber Arce, el compañero - Liberarse, la consigna”, un grupo de
estudiantes vestidos con prendas de color negro y con las caras pintadas de
blanco gritaban cánticos de antaño pero aún vigentes.
Quizá por la proximidad de la Noche de la Nostalgia se coreó
una canción de Los Náufragos: “Tengo los zapatos rotos / y es de tanto caminar
/ por un presupuesto justo / para poder estudiar”.
Los del IAVA venían de una intervención que realizaron en el
liceo. También con ropas negras y las caras blancas, unos 50 jóvenes entraron
al liceo como si estuvieran en una marcha y repentinamente, ante un sonido
similar al de un disparo de arma de fuego, hicieron una representación escénica
que culminó en dos salones repletos de estudiantes.
“Lo comenzamos a organizar hace tres semanas, ensayando tres
veces por semana. Se sumaron estudiantes de otros liceos, y de nueve terminamos
siendo 50. Hay gente de quinto y sexto, pero también de ciclo básico. Es un
homenaje no sólo a Líber Arce, sino a todos los que murieron y lo que pasó”,
explicó Manuel, del liceo Nº 30.
Detrás de la barra del IAVA venía un grupo del centro de
estudiantes del liceo Nº 65, que agitaron, incansables, durante toda la marcha.
Más atrás había una enorme pancarta que decía: “Ni un estudiante votando a la
baja”, y un poco más atrás el Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores
Artigas adaptaba con una batucada los reclamos de los gremios de la educación a
cánticos de tribuna.
Hombres de negro
Casi en el medio de la marcha, que abarcaba unas cinco
cuadras, había una docena de jóvenes totalmente vestidos de negro, con las
capuchas de sus canguros puestas y con pañuelos y bufandas que sólo dejaban ver
sus ojos. Llevaban una pancarta que decía: “Estudiante obediente, esclavitud
precoz”, y mientras uno golpeaba un bombo permanentemente, los demás agitaban
unas banderas completamente negras, sin símbolos, y vociferaban contra los
políticos, el PIT-CNT y la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay
(FEUU). Si bien uno de ellos dijo que el grupo se llamaba Acción Directa, no
quisieron hablar con la diaria.
La marcha partió de la explanada de la Udelar, recorrió 18
de Julio hasta la calle Río Negro, dobló por ésta, hizo una parada al pasar por
la esquina del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), bajó por avenida del
Libertador y culminó en la plaza 1o de Mayo con un espectáculo cultural.
Durante el trayecto los manifestantes lanzaron petardos y cañas voladoras, algo
que se ha vuelto tradicional en las movilizaciones de trabajadores y
estudiantes. En uno de los balcones de un edificio de 18 de Julio y Paraguay
apareció una mujer agitando una bandera uruguaya, que fue ovacionada por los
estudiantes. Había muchos manifestantes repartiendo volantes y entregando
periódicos. Seguramente porque la marcha era muy larga, uno de los que
distribuían un periódico político había colocado los fardos de papel en un
carrito de supermercado, que empujó durante toda la movilización.
“Alerta que camina el antiimperialismo por América Latina”,
gritaban los más atrasados en la marcha. La gente de la FEUU se hizo presente
con banderas y pancartas de sus centros de estudiantes. “6% para la Educación,
un país sin conocimiento no despega”, rezaban más carteles. Los de formación en
educación habían pintado una tela que decía: “Monopolio público y estatal de la
formación docente”.
Al pasar por el costado del MEF, que estaba protegido por un
vallado y un destacamento de la Guardia Metropolitana, una docena de
manifestantes intentó mover el cerco de metal y arrojó algunas piedras a los
uniformados, que estaban protegidos por escudos. Unos policías dispararon balas
de goma hacia el grupo que tiraba piedras, y algunos periodistas fueron
afectados por esta reacción policial. La fotógrafa de Caras y Caretas Lucía
Melgarejo recibió un balazo de goma en el muslo, debió ser asistida y permanece
con una contusión.
Mártires
El lunes 12 de agosto de 1968 se realizó una manifestación
desde la Facultad de Odontología hasta las puertas de la Facultad de
Veterinaria frente a la calle General Prim (hoy renombrada Líber Arce), que fue
reprimida por la Policía. Un oficial disparó a la manifestación e hirió al
estudiante de Odontología Líber Arce, de 28 años. El 14 de agosto, el joven
militante de la FEUU y miembro de la Unión de la Juventud Comunista (UJC)
falleció en el hospital donde estaba internado.
Al conocerse la noticia, sobre las 16.00 se paralizaron las
actividades en fábricas y centros de estudio de Montevideo para reunirse en
asambleas. El velatorio de Líber Arce fue realizado en la sede de la Udelar, y
por él pasaron miles de personas. Una multitudinaria procesión acompañó el
féretro hasta el Cementerio Central, donde se le dio sepultura. Pero si bien
Líber Arce fue el primer mártir estudiantil, ese mismo año, el 20 de setiembre,
la Policía disparó contra una manifestación e hirió mortalmente a la estudiante
de la Escuela de la Construcción Susana Pintos, de 27 años, y al estudiante de
la Facultad de Economía Hugo de los Santos, de 19. Ambos integraban la UJC.
Melgarejo dijo a la diaria que estaba sacando fotos y cuando
enfocaba a uno de los granaderos que tiraba a la manifestación, éste le apuntó
a ella y le efectuó un disparo. También recibieron balazos de goma un
camarógrafo de Canal 12 y otro fotógrafo, además de algunos manifestantes. Pero
para la gran mayoría de los miles de participantes de la marcha, este incidente
pasó desapercibido. Mientras los diez que tiraban piedras se enfrentaban con
los diez uniformados, el resto continuó la manifestación con toda normalidad,
cantando cada vez más fuerte, como para sortear el intenso frío.
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