MARCHA
DE SILENCIO
Miles en la 17ª
Marcha del Silencio
POR MARCELO BUSTAMANTE -
PUBLICADO HACE 9 HORAS
Decenas de miles de uruguayos en distintos
puntos del país redoblaron el compromiso de seguir buscando a los
desaparecidos. La 17ª Marcha del Silencio convocó a una multitud en Montevideo.
El reclamo, que no cesa y lejos de
diluirse en el tiempo, late aún con más fuerza, también se extendió a
Maldonado, Salto, Paysandú y San José.
Este año la consigna de la Marcha del Silencio fue
“Los vamos a encontrar”. Ni la intensa lluvia de ayer, ni el fin de semana
largo y menos la convocatoria de un clásico de fútbol hicieron mella alguna en
la convocatoria a la decimoséptima Marcha del Silencio. Fueron decenas de miles
de uruguayos los que se hicieron presentes en la Avenida 18 de Julio,
carteles en mano, y formando una columna humana que se extendió por momentos
entre 6 y 7 cuadras.
Se llegó a esta nueva edición con
varios hechos de relevancia producidos en los últimos meses relacionados con
los derechos humanos. El Parlamento eliminó los efectos de la Ley de Caducidad; se
encontraron los restos del maestro Julio Castro y del comerciante Ricardo
Blanco, asesinados por los militares.
A todo esto hay que sumar las
declaraciones del comandante en jefe, Pedro Aguerre, quien aseguró, al
finalizar el acto de los cuatro militares caídos, que se alcanzaron avances en
la obtención de información en la interna militar ya que él mismo dio la orden
de dar por finalizado un pacto de silencio que ha dificultado las
investigaciones.
A las 18.15 horas dio inicio la
marcha, como siempre, partiendo desde el Monumento a los Desaparecidos de
Jackson y Rivera, y recorriendo la
Avenida 18 de Julio hasta la Plaza Libertad.
Los carteles que se hicieron visibles
fueron numerosos y diversos. El principal, que encabezaba la marcha, refería al
tema de esta nueva edición: “Los vamos a encontrar: Por Verdad y Justicia”.
El mismo mensaje fue reproducido en
banderas colocadas sobre algunos edificios y en la fachada del teatro El
Galpón, que se adhirió a esta causa.
Hubo carteles que recordaban el
asesinato de los cuatro tupamaros, denominados los “fusilados de Soca”, y
proliferaban las personas con las camisetas de “Todos Somos Familiares”. Otros
mensajes exigían “Verdad y Justicia”, y “Responsabilidad del Estado”. Incluso,
esta marcha contó con otros reclamos, siempre relacionados con los derechos
humanos, pero pertenecientes a otras realidades como fue el cartel que exhibió:
“Basta de asesinatos e impunidad en México”, “El pueblo de Haití no necesita de
tropas militares”, o de reclamos de personas encarceladas en nuestro país por
temáticas puntuales.
Este año la marcha pasó las fronteras
montevideanas y se realizó también en Salto, Maldonado, Paysandú, y San José.
En este último departamento ya se venía haciendo desde hace algunos años y ayer
viajó desde Montevideo el integrante de la organización Familiares Óscar
Urtazun, para participar de la misma.
Ignacio Errandonea, previo al inicio
de la caminata, aseguraba que la marcha se realizaría más allá de la lluvia, y
bromeando aseguró: “Hice un acuerdo con el de arriba para que no llueva.” Poco
antes de comenzar llovía copiosamente y lo mismo ocurrió minutos después de concluir.
La participación osciló entre los
veteranos, (muchos ellos víctimas de la dictadura, que durante décadas buscan
respuesta a lo que ocurrió con su familiares y amigos), y jóvenes liceales y
universitarios que se suman al clamor de la sociedad que quiere saber dónde
están los desaparecidos y que haya justicia sobre los culpables.
Los estudiantes del liceo IAVA se
hicieron presentes con un gran cartel, así como los universitarios agremiados a
la FEUU.
También estuvieron marchando en
silencio los familiares de Ricardo Blanco Valiente, quien fuera hallado
recientemente.
Este año esta marcha tuvo como
novedad la exhibición de la foto de cada uno de los desaparecidos en la
pantalla del Impo, ubicada frente a la Intendencia. Al
decir cada nombre de los desaparecidos se respondía con un “¡Presente!!” Al
unísono, las miles de personas que marcharon, exclamaron “presente” una y otra
vez, hasta terminar la larga lista de quienes aún están desaparecidos, como
también de quienes fueron hallados. Al finalizar, un largo y sentido aplauso.
En la marcha de ayer participaron
diversos integrantes del gobierno nacional, como el ministro del Mides, Daniel
Olesker, y la subsecretaria de Turismo, Liliam Kechichian, la intendenta de
Montevideo, Ana Olivera, el rector de la Universidad , Rodrigo Arocena, y los cuatro
candidatos a la presidencia del FA, Ernesto Agazzi, Juan Castillo, Enrique
Rubio y Mónica Xavier.
Al concluir, en la Plaza Libertad ,
entre los numerosos integrantes de las organizaciones de derechos humanos, se
encontraba la reciente ciudadana ilustre de Montevideo, Luisa Cuesta. El Himno
Nacional entonado por los millares de uruguayos marcó el punto final de una
nueva marcha, pero no del reclamo de verdad y justicia de la sociedad uruguaya.
Olivera: “Hay cosas que aún no están
resueltas”
Raúl Olivera, integrante de la Comisión de Derechos
Humanos del PIT-CNT, señaló que la marcha de ayer tuvo “la respuesta
acostumbrada de la sociedad uruguaya”. Dijo que aun con avances, en cuanto a la
anulación de la Ley
de Caducidad, la gente todavía marcha porque considera que hay cosas que no
están resueltas.
Enfatizó que justamente esta marcha
se produce poco después “del intento fallido de oficializar y movilizar a las
Fuerzas Armadas obligatoriamente al acto de los cuatro soldados asesinados, que
están en su derecho de recordar a sus muertos, pero no poner la infraestructura
del Estado ni dar un verticalismo, para dar una señal de carácter político.”
Olivera afirmó que el pacto de
silencio de los militares continúa. Añadió que el comandante en jefe del
Ejército reconoció que hay un pacto, pero todavía no aparecen nuevas
informaciones a pesar de que este jerarca ordenó que el pacto perdiera toda
vigencia. También indicó que hay causas judiciales que no avanzan y que el
Estado no tiene una actitud activa y se descansa en la información que aportan
las víctimas de la dictadura.
Burgos: “Hay uniformes y trajes
manchados con sangre”
Sergio López Burgos, sobreviviente
uruguayo de la
Operación Cóndor y ex detenido de Automotores Orletti, afirmó
anoche que le pareció auspiciosa la marcha de ayer, porque se produjo después
de la anulación de la impunidad.
Señaló que en Uruguay hay muchos
militares con su uniforme “sucio de sangre”, pero que también hay “muchos
trajes y corbatas manchadas”. Consideró que todavía no se lograron avances
sustantivos y mencionó que aún hay cuatro causas “durmiendo en los juzgados
penales”.
López Burgos indicó que más allá de
los dichos del comandante del Ejército, Pedro Aguerre, acerca de un
levantamiento del pacto de silencio, aún no se pudieron palpar esos avances.
Resaltó que en nuestro país hay cientos de detenidos desaparecidos y recién se
encontraron dos cuerpos. No obstante, destacó que el gobierno le haya puesto
cabeza política al tema de los militares.
Michelini: “Hay gente a la que le
pesa la verdad”
El senador Rafael Michelini aseguró
anoche que el reclamo todavía está pendiente y que toda la sociedad debe hacer
más esfuerzos por los derechos humanos, en la medida que todavía hay muchas
cosas sin resolver. “Reconocemos los inmensos avances dados contra la impunidad
desde el 1º de marzo de 2005, pero obviamente tenemos que seguir trabajando de
tal manera que podamos lograr justicia, memoria y verdad”, sostuvo el
legislador.
Consultado sobre la presunta ruptura
del pacto de silencio por parte de los militares, Michelini afirmó que “todo lo
que se avance en esa dirección va en buen camino. Estoy convencido de que mucha
de esta verdad hay gente a la que le pesa y la va a trasmitir. Hoy estamos
mucho mejor de lo que estábamos hace 7 años y hay que seguir trabajando. Hay
información y archivos que se están estudiando, y hemos encontrado restos de
desaparecidos y hay que seguir trabajando.”
Michelini dijo que aún queda
pendiente por parte de los militares que reconozcan lo hecho durante la
dictadura y pidan perdón a las víctimas, “así como que se deje de glorificar
ese pasado de ruptura institucional.”
Aclaró que al gobierno uruguayo no se
lo puede medir por los resultados obtenidos sino por el empeño puesto en el
tema, en cuanto a la voluntad de seguir buscando la verdad y encontrar los
restos.
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La Diaria Política
21.5.12
Ahora y siempre
Miles de personas se
movilizaron bajo la consigna “Los vamos a encontrar”; organizaciones atentas a
violaciones “actuales” de los derechos humanos.
A la hora que
estaba convocada la concentración en Rivera y Jackson, la lluvia dejó de caer
sobre Montevideo. Minutos después, y por décimoséptima vez, miles de personas
marcharon en silencio por la avenida 18 de julio hasta la Plaza Libertad , en
la fecha en la que se recuerdan los asesinatos en Buenos Aires de Zelmar
Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo y William Whitelaw.
Adelante, una
pancarta con la consigna “Los vamos a encontrar”, en las primeras filas los
familiares con los carteles en alto, por los parlantes la nómina que comienza a
leerse a la altura de Ejido y el puño en alto cuando se entona el “tiranos
temblad” del Himno Nacional.
Pero la
movilización de este año tuvo particularidades, por ejemplo los desafíos que
enfrentan las organizaciones con la conformación de la Institución Nacional
de Derechos Humanos (INDDHH) y el reconocimiento por parte del Estado, en una
ceremonia que se llevará a cabo el 4 de junio, de su “responsabilidad
institucional” ante las víctimas del terrorismo de Estado en el período
1968-1985.
En cuanto a este
último punto, Baldemar Tarocco de Crysol evaluó como “sumamente importante” que
de esa manera se cumpla con lo establecido por la ley 18.596 de reparación
integral, aprobada en 2009. “Es central reconocer el carácter de víctima, no
sólo de los que estuvimos presos, sino de toda la sociedad que sufrió el
terrorismo de Estado”, detalló Tarocco.
En cuanto al
primer punto, Ignacio Errandonea de Madres y Familiares de Detenidos
Desaparecidos recordó que la organización fue una de las impulsoras del INDDHH.
“No hablamos sólo de los derechos humanos del pasado; nos preocupan las
violaciones a los derechos humanos de hoy. Nuestra convicción es que esclarecer
estos crímenes implica evitar cualquier violación a los derechos humanos hoy y
en el futuro”, argumentó.
El hacinamiento
en las cárceles, la violencia doméstica y la que se aplica sistemáticamente
contra los sectores más vulnerables de la sociedad uruguaya son puntos
mencionados por Errandonea. “También los intentos por aumentar las penas contra
los menores, las propuestas de sacar militares a la calle y en general cómo
está permeando el discurso de la mano dura. Atacar las causas sigue siendo
nuestra apuesta, porque ése fue el enfoque de nuestros familiares”, argumentó.
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