lunes, 21 de mayo de 2012

Prensa sobre la 17ª Marcha del Silencio


MARCHA DE SILENCIO

Miles en la 17ª Marcha del Silencio

POR MARCELO BUSTAMANTE -  PUBLICADO HACE 9 HORAS

Decenas de miles de uruguayos en distintos puntos del país redoblaron el compromiso de seguir buscando a los desaparecidos. La 17ª Marcha del Silencio convocó a una multitud en Montevideo.
El reclamo, que no cesa y lejos de diluirse en el tiempo, late aún con más fuerza, también se extendió a Maldonado, Salto, Paysandú y San José.
Este año la consigna de la Marcha del Silencio fue “Los vamos a encontrar”. Ni la intensa lluvia de ayer, ni el fin de semana largo y menos la convocatoria de un clásico de fútbol hicieron mella alguna en la convocatoria a la decimoséptima Marcha del Silencio. Fueron decenas de miles de uruguayos los que se hicieron presentes en la Avenida 18 de Julio, carteles en mano, y formando una columna humana que se extendió por momentos entre 6 y 7 cuadras.

Se llegó a esta nueva edición con varios hechos de relevancia producidos en los últimos meses relacionados con los derechos humanos. El Parlamento eliminó los efectos de la Ley de Caducidad; se encontraron los restos del maestro Julio Castro y del comerciante Ricardo Blanco, asesinados por los militares.
A todo esto hay que sumar las declaraciones del comandante en jefe, Pedro Aguerre, quien aseguró, al finalizar el acto de los cuatro militares caídos, que se alcanzaron avances en la obtención de información en la interna militar ya que él mismo dio la orden de dar por finalizado un pacto de silencio que ha dificultado las investigaciones.
A las 18.15 horas dio inicio la marcha, como siempre, partiendo desde el Monumento a los Desaparecidos de Jackson y Rivera, y recorriendo la Avenida 18 de Julio hasta la Plaza Libertad.
Los carteles que se hicieron visibles fueron numerosos y diversos. El principal, que encabezaba la marcha, refería al tema de esta nueva edición: “Los vamos a encontrar: Por Verdad y Justicia”.
El mismo mensaje fue reproducido en banderas colocadas sobre algunos edificios y en la fachada del teatro El Galpón, que se adhirió a esta causa.
Hubo carteles que recordaban el asesinato de los cuatro tupamaros, denominados los “fusilados de Soca”, y proliferaban las personas con las camisetas de “Todos Somos Familiares”. Otros mensajes exigían “Verdad y Justicia”, y “Responsabilidad del Estado”. Incluso, esta marcha contó con otros reclamos, siempre relacionados con los derechos humanos, pero pertenecientes a otras realidades como fue el cartel que exhibió: “Basta de asesinatos e impunidad en México”, “El pueblo de Haití no necesita de tropas militares”, o de reclamos de personas encarceladas en nuestro país por temáticas puntuales.
Este año la marcha pasó las fronteras montevideanas y se realizó también en Salto, Maldonado, Paysandú, y San José. En este último departamento ya se venía haciendo desde hace algunos años y ayer viajó desde Montevideo el integrante de la organización Familiares Óscar Urtazun, para participar de la misma.
Ignacio Errandonea, previo al inicio de la caminata, aseguraba que la marcha se realizaría más allá de la lluvia, y bromeando aseguró: “Hice un acuerdo con el de arriba para que no llueva.” Poco antes de comenzar llovía copiosamente y lo mismo ocurrió minutos después de concluir.
La participación osciló entre los veteranos, (muchos ellos víctimas de la dictadura, que durante décadas buscan respuesta a lo que ocurrió con su familiares y amigos), y jóvenes liceales y universitarios que se suman al clamor de la sociedad que quiere saber dónde están los desaparecidos y que haya justicia sobre los culpables.
Los estudiantes del liceo IAVA se hicieron presentes con un gran cartel, así como los universitarios agremiados a la FEUU.
También estuvieron marchando en silencio los familiares de Ricardo Blanco Valiente, quien fuera hallado recientemente.
Este año esta marcha tuvo como novedad la exhibición de la foto de cada uno de los desaparecidos en la pantalla del Impo, ubicada frente a la Intendencia. Al decir cada nombre de los desaparecidos se respondía con un “¡Presente!!” Al unísono, las miles de personas que marcharon, exclamaron “presente” una y otra vez, hasta terminar la larga lista de quienes aún están desaparecidos, como también de quienes fueron hallados. Al finalizar, un largo y sentido aplauso.
En la marcha de ayer participaron diversos integrantes del gobierno nacional, como el ministro del Mides, Daniel Olesker, y la subsecretaria de Turismo, Liliam Kechichian, la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, el rector de la Universidad, Rodrigo Arocena, y los cuatro candidatos a la presidencia del FA, Ernesto Agazzi, Juan Castillo, Enrique Rubio y Mónica Xavier.
Al concluir, en la Plaza Libertad, entre los numerosos integrantes de las organizaciones de derechos humanos, se encontraba la reciente ciudadana ilustre de Montevideo, Luisa Cuesta. El Himno Nacional entonado por los millares de uruguayos marcó el punto final de una nueva marcha, pero no del reclamo de verdad y justicia de la sociedad uruguaya.
Olivera: “Hay cosas que aún no están resueltas”
Raúl Olivera, integrante de la Comisión de Derechos Humanos del PIT-CNT, señaló que la marcha de ayer tuvo “la respuesta acostumbrada de la sociedad uruguaya”. Dijo que aun con avances, en cuanto a la anulación de la Ley de Caducidad, la gente todavía marcha porque considera que hay cosas que no están resueltas.
Enfatizó que justamente esta marcha se produce poco después “del intento fallido de oficializar y movilizar a las Fuerzas Armadas obligatoriamente al acto de los cuatro soldados asesinados, que están en su derecho de recordar a sus muertos, pero no poner la infraestructura del Estado ni dar un verticalismo, para dar una señal de carácter político.”
Olivera afirmó que el pacto de silencio de los militares continúa. Añadió que el comandante en jefe del Ejército reconoció que hay un pacto, pero todavía no aparecen nuevas informaciones a pesar de que este jerarca ordenó que el pacto perdiera toda vigencia. También indicó que hay causas judiciales que no avanzan y que el Estado no tiene una actitud activa y se descansa en la información que aportan las víctimas de la dictadura.
Burgos: “Hay uniformes y trajes manchados con sangre”
Sergio López Burgos, sobreviviente uruguayo de la Operación Cóndor y ex detenido de Automotores Orletti, afirmó anoche que le pareció auspiciosa la marcha de ayer, porque se produjo después de la anulación de la impunidad.
Señaló que en Uruguay hay muchos militares con su uniforme “sucio de sangre”, pero que también hay “muchos trajes y corbatas manchadas”. Consideró que todavía no se lograron avances sustantivos y mencionó que aún hay cuatro causas “durmiendo en los juzgados penales”.
López Burgos indicó que más allá de los dichos del comandante del Ejército, Pedro Aguerre, acerca de un levantamiento del pacto de silencio, aún no se pudieron palpar esos avances. Resaltó que en nuestro país hay cientos de detenidos desaparecidos y recién se encontraron dos cuerpos. No obstante, destacó que el gobierno le haya puesto cabeza política al tema de los militares.
Michelini: “Hay gente a la que le pesa la verdad”
El senador Rafael Michelini aseguró anoche que el reclamo todavía está pendiente y que toda la sociedad debe hacer más esfuerzos por los derechos humanos, en la medida que todavía hay muchas cosas sin resolver. “Reconocemos los inmensos avances dados contra la impunidad desde el 1º de marzo de 2005, pero obviamente tenemos que seguir trabajando de tal manera que podamos lograr justicia, memoria y verdad”, sostuvo el legislador.
Consultado sobre la presunta ruptura del pacto de silencio por parte de los militares, Michelini afirmó que “todo lo que se avance en esa dirección va en buen camino. Estoy convencido de que mucha de esta verdad hay gente a la que le pesa y la va a trasmitir. Hoy estamos mucho mejor de lo que estábamos hace 7 años y hay que seguir trabajando. Hay información y archivos que se están estudiando, y hemos encontrado restos de desaparecidos y hay que seguir trabajando.”
Michelini dijo que aún queda pendiente por parte de los militares que reconozcan lo hecho durante la dictadura y pidan perdón a las víctimas, “así como que se deje de glorificar ese pasado de ruptura institucional.”
Aclaró que al gobierno uruguayo no se lo puede medir por los resultados obtenidos sino por el empeño puesto en el tema, en cuanto a la voluntad de seguir buscando la verdad y encontrar los restos.
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La Diaria Política 

21.5.12

Ahora y siempre

Miles de personas se movilizaron bajo la consigna “Los vamos a encontrar”; organizaciones atentas a violaciones “actuales” de los derechos humanos.
A la hora que estaba convocada la concentración en Rivera y Jackson, la lluvia dejó de caer sobre Montevideo. Minutos después, y por décimoséptima vez, miles de personas marcharon en silencio por la avenida 18 de julio hasta la Plaza Libertad, en la fecha en la que se recuerdan los asesinatos en Buenos Aires de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo y William Whitelaw.
Adelante, una pancarta con la consigna “Los vamos a encontrar”, en las primeras filas los familiares con los carteles en alto, por los parlantes la nómina que comienza a leerse a la altura de Ejido y el puño en alto cuando se entona el “tiranos temblad” del Himno Nacional.
Pero la movilización de este año tuvo particularidades, por ejemplo los desafíos que enfrentan las organizaciones con la conformación de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) y el reconocimiento por parte del Estado, en una ceremonia que se llevará a cabo el 4 de junio, de su “responsabilidad institucional” ante las víctimas del terrorismo de Estado en el período 1968-1985.
En cuanto a este último punto, Baldemar Tarocco de Crysol evaluó como “sumamente importante” que de esa manera se cumpla con lo establecido por la ley 18.596 de reparación integral, aprobada en 2009. “Es central reconocer el carácter de víctima, no sólo de los que estuvimos presos, sino de toda la sociedad que sufrió el terrorismo de Estado”, detalló Tarocco.
En cuanto al primer punto, Ignacio Errandonea de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos recordó que la organización fue una de las impulsoras del INDDHH. “No hablamos sólo de los derechos humanos del pasado; nos preocupan las violaciones a los derechos humanos de hoy. Nuestra convicción es que esclarecer estos crímenes implica evitar cualquier violación a los derechos humanos hoy y en el futuro”, argumentó.
El hacinamiento en las cárceles, la violencia doméstica y la que se aplica sistemáticamente contra los sectores más vulnerables de la sociedad uruguaya son puntos mencionados por Errandonea. “También los intentos por aumentar las penas contra los menores, las propuestas de sacar militares a la calle y en general cómo está permeando el discurso de la mano dura. Atacar las causas sigue siendo nuestra apuesta, porque ése fue el enfoque de nuestros familiares”, argumentó.


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