Montevideo jalonada de movilizaciones.
Durante esta última semana
de junio del 2013, se recordó los 40
años del golpe cívico-militar instaurado
durante casi doce años en el país. Diversos fueron, los preparativos que se organizaron para la fecha
del 27 de junio; mesas redondas donde se
abordarían los temas que desembocaron en el golpe de estado en el país de 1973 a 1985, además de los
golpes de estado en el Cono Sur. Esas jornadas, fueron propuestas a instancias
de la academia, apoyada por la Intendencia de Montevideo y por diferentes
organizaciones de derechos humanos y la central obrera. La invitación a
personalidades de países limítrofes, relacionados a la investigación de los
hechos sobre los golpes de estado en Chile, Argentina y Brasil, panelistas, historiadores, víctimas del
terrorismo de estado, etc., concentró un número mayor que el público que concurrió al evento.
Un despliegue de
recursos y logística importante, para ser ofrecido a un público muy ínfimo, en
horarios de trabajo, y cantidad de temas
que bien, se podían haber abordado en dos o tres mesas con dos o tres
panelistas.
Pasó sin pena ni
gloria una actividad que se podría haber diagramado fuera del ámbito y forma, de donde se la realizó para beneficio de
todos.
¿Por dónde camina la memoria?
Pero allí no
culminaron las actividades para la recordación del golpe. La semana estuvo atravesada por una serie de
movilizaciones, donde uno de los temas centrales era el presupuesto destinado desde el gobierno, a los trabajadores de la enseñanza pública.
Una primera
movilización de los docentes y maestros frente a la casa de gobierno en la calle Suárez y Reyes, fue acompañada, por otros trabajadores en
apoyo a su reclamo de más salario y presupuesto
a la enseñanza. El miércoles 26 de junio, seccionaba el consejo de ministros para
culminar el cierre del presupuesto. A
pesar de las vallas de metal y un fuerte dispositivo policial impuesto desde el
gobierno como límite a la movilización, se llevó de igual forma adelante la
protesta con oratoria, de los dirigentes
de las gremiales de la enseñanza,
culminando con la quema de una olla simbólica con la inscripción del 6%
solicitado, y que solo fue otorgado el 3% desde el gobierno considerándolo insuficiente. Mientras se desarrollaba esta actividad en
las puertas de la casa residencial, varios centros enseñanza se mantenían ocupados.
El mismo día 27 de
junio, se daría fin a las mesas redondas en la IMM. Además se programó, que en diversos puntos de la
ciudad se proyectaran varios cortos documentales referentes al golpe de estado,
y a esto se le sumó una concentración y marcha hacia el costado del Teatro Solís convocada por el PIT-CNT y FEUU. Dirigentes de la central obrera dieron
una oratoria, reafirmando la lucha del pueblo, que con escasa concurrencia,
culminó dispersándose. Al mismo tiempo,
otra marcha partía de la misma Plaza
Independencia convocada por la Plenaria
Memoria y Justicia, pasando por varios puntos neurálgicos
relacionados con los intereses
económicos fomentadores del golpe y círculo militar, finalizando en la suprema corte de justicia
fuertemente vallada y con dispositivo policial. Todas las actividades estuvieron convocadas a
las 19 horas, en casi todos los puntos cercanos al centro de Montevideo.
Juventud, túnicas y
consignas.
Al filo de la semana
y al filo del cierre de la rendición de cuentas por parte del gobierno, los
esfuerzos de los distintos gremios de la enseñanza en intensas asambleas y con los ánimos crispados enfrentados en distintas posiciones sobre el
tema; resuelven una nueva movilización, esta vez en la Avenida 18 de Julio para
el viernes 28 a
las 17 horas, con la intención de revertir lo otorgado.
La Asociación de maestros (ADEMU),
partió desde el Obelisco, a las 17 horas formando una cadena de manos en fila y
de túnicas blancas, por 18 de Julio, acompañadas de escolares.
Al llegar a la Universidad , los
docentes y funcionarios que esperaban el arribo de los maestros, se
encolumnaron y se plegaron a la marcha que siguió rumbo a la Plaza Independencia.
Pancartas, color, juventud y consignas
fue la tónica activa de la gran marcha que jalonó como pocas movilizaciones en
los últimos tiempos.
La llegada a la Plaza Independencia
fue otro capítulo relevante, allí convergió la otra marcha de los trabajadores
del taxi que partió desde la calle Libertador esquina Nicaragua, donde está el
IPA (Instituto de profesores Artigas), El
Sindicato de los taxistas se movilizó en apoyo a la lucha de los docentes de
la enseñanza pública “por una rendición de cuentas al servicio del Pueblo
Trabajador”, lucía su consigna.
Un multitud abrumadora con cánticos y consignas
“primero educación para el hijo del trabajador, después educación para el hijo
del burgués”, "Diputado, diputado, que contento se te ve, vos ganas 100
palos, yo no llego a fin de mes",";
"a ver, a ver, señor presidente, si usted puede vivir con un sueldo de
docente", etc.
El
desacato de las masas.
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